Dices que compraste boleto para irte a viajar por las islas de un mar tropical.
Dices que ya
tienes las llaves para irte a vivir en una casa con gente normal.
Dices que todos
te comen en sueños y que eres la reina y el origen del mal
(quieren probar
tus labios y tus temblores, para ver qué se siente beber de mi panal).
Pero tú sólo
hablas así los viernes cuando tomas de más.
Luego luego que
te pones graciosa, se te vienen las ganas de morderme la boca.
Quieres que te
traiga serenata con trío
y que el sábado
te lleve a comprar un bonsai.
Luego me pides
que te arranque la ropa y que te haga llorar diciendo "quiero, mamá".
Cuentas que el mundo no merece tu vida, no merece tu espalda ni tu forma de
andar.
Quieres espejos,
para ver en el techo lo que pasa en la cama cuando sientes que ya.
Pero tú sólo hablas así los martes cuando fumas de más.
Luego luego que te prende la bacha, te disfrazas desnuda de mala muchacha.
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