Confieso que he
soñado que te he golpeado,
que te he mordido,
que te he matado.
Confieso que mis
noches no son tan tranquilas,
no salen burbujitas,
salen tus heridas.
Me encanta verte
corriendo, perseguida y asustada,
que tiembles y te
vayas, confieso que me encanta,
y cuando canta el
gallo que aparezcas tirada,
chula y despeinada,
en medio de la nada.
Confieso que he
soñado,
admito que te he
perdido,
admito que estoy
llorando, ay,
confieso que no te
olvido.
Las madrugas mías son
caminos angostos,
son espinas y abrojos,
son como tus ojos:
hielos que me queman,
nubes que me rasgan,
velos que me
aplastan; son como tus labios.
Sueño que no comes, sueño
que no duermes,
sueño con verte en mi
lugar.
Sueño que no vives,
sueño que no mueres,
sueño con verte en mi
lugar.
Por eso yo confieso
que te odio tanto,
que te odio tanto, tanto
que te amo.
Y por lo mismo te
sueño puesta muy de hinojos
que cumples mis
antojos, confieso que lo he pensado.
Letra y música: Gerardo Aguilar Tagle
No hay comentarios:
Publicar un comentario